
Introducción
Mi labor como desarrolladora de grupos en los centros educativos ha sido una experiencia enriquecedora y de gran compromiso, enfocada en fomentar el crecimiento personal, social y académico de los estudiantes. A lo largo de mi trayectoria, he trabajado estrechamente con docentes, directivos, padres y alumnos, con el propósito de fortalecer los lazos grupales y crear ambientes de aprendizaje colaborativos, inclusivos y empáticos.
Entre mis principales funciones se encuentran la planificación e implementación de estrategias que promuevan la sana convivencia, el trabajo en equipo y el desarrollo de habilidades socioemocionales. He facilitado talleres, dinámicas y actividades que permiten a los estudiantes expresar sus emociones, resolver conflictos de manera asertiva y reforzar su autoestima.
Además, colaboro en la elaboración de diagnósticos grupales que permiten identificar necesidades específicas dentro de los grupos escolares, con el fin de intervenir de manera oportuna y eficaz. Mi enfoque se basa en el respeto, la escucha activa y la participación de todos los miembros de la comunidad educativa.
Estoy convencida de que el trabajo con grupos no solo mejora el clima escolar, sino que también contribuye al desarrollo integral de los estudiantes, preparándolos para enfrentar los retos del presente y del futuro con responsabilidad y sensibilidad social.
Desarrollo
Comprendiendo a los grupos como espacios de crecimientos.
La frase “comprendiendo a los grupos como espacios de crecimiento” hace referencia a la idea de que los grupos (familiares, escolares, laborales, comunitarios, etc.) no son solo entornos sociales, sino también contextos donde las personas pueden desarrollarse, aprender y transformarse.
Aquí hay algunas ideas clave para profundizar en ese concepto:
1. Interacción y aprendizaje
Los grupos permiten la interacción constante entre sus miembros. A través del diálogo, el conflicto, el trabajo colaborativo y la retroalimentación, las personas adquieren nuevas habilidades y conocimientos.
2. Apoyo emocional:
Los grupos ofrecen contención, acompañamiento y validación emocional. Este entorno seguro ayuda al desarrollo de la autoestima y la resiliencia.
3. Construcción de identidad:
En el grupo, los individuos encuentran un espacio donde pueden definirse a sí mismos en relación con otros. Se fortalecen valores, creencias y roles sociales.
4. Desarrollo de habilidades sociales:
La participación en grupos estimula la empatía, la comunicación asertiva, la resolución de conflictos y el trabajo en equipo, habilidades clave para la vida personal y profesional.
5. Transformación colectiva:
Además del crecimiento individual, los grupos también pueden transformarse a sí mismos. A medida que sus integrantes cambian, el grupo evoluciona, generando nuevas dinámicas y metas comunes.
Las dimensiones que fortalecen a los grupos
Creer: Tener confianza en el propósito del grupo, en sus miembros y en la posibilidad de alcanzar los objetivos comunes.
Crear: Generar nuevas ideas, soluciones o estrategias que impulsen el desarrollo y la innovación dentro del grupo.
Comunicar: Expresar ideas, sentimientos e información de manera clara y efectiva para lograr comprensión mutua y coordinación.
Compartir: Poner en común conocimientos, recursos, tiempo o experiencias en beneficio del grupo.
Comprometer: Asumir responsabilidades y cumplir con los acuerdos adquiridos, demostrando lealtad y entrega hacia el grupo.
Colaborar: Trabajar en conjunto, aportando habilidades y esfuerzos para lograr metas comunes.
Contribuir: Aportar activamente al logro de los objetivos del grupo, ya sea con ideas, trabajo o apoyo.
Criticar: Evaluar de forma constructiva las acciones, ideas o resultados para mejorar continuamente.
Consensuar: Llegar a acuerdos mediante el diálogo, respetando las opiniones de todos y buscando el bienestar común.
Cohesionar: Fortalecer la unidad del grupo a través del respeto, la empatía y el sentido de pertenencia.
Mi proyección profesional como psicóloga escolar.
Como psicóloga escolar, mi proyección profesional se enfoca en contribuir activamente al bienestar emocional, social y académico de los estudiantes, siendo un puente entre la escuela, la familia y la comunidad. Aspiro a crear entornos educativos inclusivos, seguros y estimulantes, donde cada estudiante pueda desarrollar su máximo potencial.
A corto plazo, me propongo consolidar mis conocimientos teóricos y prácticos, participando en capacitaciones y especializaciones en áreas como el manejo de conductas disruptivas, intervención en crisis, orientación vocacional y estrategias para la inclusión educativa. Asimismo, deseo integrarme a una institución educativa donde pueda aplicar herramientas de evaluación, diagnóstico e intervención que favorezcan el desarrollo integral de los alumnos.
A mediano plazo, mi meta es liderar proyectos de prevención y promoción de la salud mental en el ámbito escolar, fomentando habilidades socioemocionales tanto en estudiantes como en docentes. También me interesa colaborar con equipos interdisciplinarios para diseñar planes de intervención individualizados y fortalecer los vínculos entre escuela y familia.
A largo plazo, aspiro a ocupar un rol de liderazgo en el ámbito educativo, coordinando departamentos de orientación escolar y participando en la formulación de políticas públicas que favorezcan la salud mental en contextos escolares. Además, me gustaría incursionar en la docencia universitaria para formar a futuras generaciones de psicólogos escolares comprometidos y capacitados.
En síntesis, mi proyección como psicóloga escolar está guiada por un compromiso ético, humano y profesional con la mejora continua de los procesos educativos y el bienestar de toda la comunidad escolar.
Conclusión
En conclusión, esta formación ha consolidado mi convicción de que el trabajo con grupos en el ámbito escolar es una labor profundamente significativa y transformadora. He comprendido que el rol del psicólogo escolar va más allá de la intervención individual: implica acompañar con sensibilidad y responsabilidad los procesos colectivos que dan forma a la experiencia educativa. Me llevo el compromiso firme de ejercer mi profesión con empatía, ética y dedicación, cultivando espacios que promuevan el crecimiento, la inclusión y el bienestar emocional de todos. Porque al fortalecer los grupos, estamos sembrando las bases para una educación más justa, humana y esperanzadora. Cabe resaltar, que el desarrollo de grupos en el ámbito escolar es mucho más que una técnica: es una oportunidad de generar cambios significativos en la vida de los estudiantes y en la cultura institucional. Como psicóloga escolar, asumo con responsabilidad y pasión el rol de facilitar estos procesos, guiada por la empatía, la ética y el compromiso con una educación transformadora. Creo firmemente en el poder del trabajo grupal para construir comunidades donde todos se sientan valorados, escuchados y acompañados, y donde el aprendizaje florezca en un entorno de respeto, inclusión y cuidado mutuo.
Opinión personal
Creo firmemente que el trabajo con grupos no solo implica intervenir en dinámicas visibles, sino también reconocer las emociones, historias y potencialidades que habitan en cada miembro. Acompañar grupos es un acto profundamente humano, que requiere sensibilidad, escucha activa y una mirada integral. Desde esta perspectiva, mi rol como desarrolladora de grupos no será únicamente facilitar procesos, sino también cultivar espacios seguros donde cada voz cuente, y donde la diversidad sea vista como una riqueza. Estoy convencida de que, cuando las relaciones se ponen en el centro, la transformación verdadera se vuelve posible.
Referencia
Ormrod, J. E. (2022). Psicología educativa (10ª ed.). Pearson Educación.
Fuchs, D., & Fuchs, L. S. (2006). Response to Intervention: A Framework for Reading Educators.
[5:13 p.m., 21/4/2025] Rafelina: Johnson, D. W., & Johnson, F. P. (2009). Joining Together: Group Theory and Group Skills. Pearson.
Psychological Bulletin, 63(6), 384-399.
Goleman, D. (1995). Emotional Intelligence. Bantam Books.
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